martes, 2 de septiembre de 2014

Rincones de actividad en la Educación Infantil

Los rincones son zonas delimitadas y organizadas del aula, en las que pueden realizarse simultáneamente diferentes actividades, bien individualmente o en grupo, posibilitando que la acción de los alumnos y alumnas sea autónoma y libre.
     Los rincones son una propuesta metodológica que ayuda a alternar el trabajo organizado con el trabajo individual libre. Los materiales y las propuestas de trabajo que en ellos encontrará el niño hacen posible una interacción entre él y su entorno; eso hará que su experiencia se fundamente en el bagaje que el niño y la niña posea, para así ir descubriendo nuevos aspectos y ampliar sus conocimientos de forma significativa. El trabajo sensorial, la lógica matemática, el proceso individual de la lectura, la observación y experimentación, las técnicas de expresión plástica, etc., que el docente cuidadosamente prepara, ordena y selecciona, hacen que los niños y niñas puedan ir progresando y realizando aprendizajes significativos dentro de la función cognitiva.
    En los rincones los niños realizan pequeñas investigaciones, desarrollan sus proyectos, manipulan, desarrollan su creatividad a partir de las técnicas aprendidas en los talleres, se relacionan con los compañeros y con los adultos y satisfacen sus necesidades.
     El trabajo por rincones responde a la necesidad de establecer estrategias organizativas que den respuesta a los distintos intereses de los niños y las niñas y que a la vez, respeten los diferentes ritmos de aprendizaje.
     La organización de las clases por "rincones" es una propuesta metodológica que hace posible la participación activa de los niños /as en la construcción de sus conocimientos.
      La actividad en los rincones puede desarrollarse de forma individual o colectiva (según el agrupamiento que se decida).
    Los rincones colectivos ayudan a compartir experiencias, a ampliar conocimientos, y a aprender a realizar actividades de forma socializada. Es una forma de aprender a respetar a los demás y a valorar diferentes formas de hacer. Aprenden a ofrecer y a demandar; a ayudar y a pedir ayuda; a ceder y a aceptar opiniones ajenas; a ser corresponsables de los materiales, utensilios y espacios que se utilizan en los rincones colectivos. Les permiten también potenciar el trabajo en equipos, y, a la vez, iniciarlos en el descubrimiento del grupo. Esta forma de organizarse les ayuda a descubrir cuál es el valor que tiene saber escuchar, ponerse de acuerdo, aceptar las propuestas de otras personas, compartir espacios, materiales, ideas, proyectos, etc.
     Los rincones individuales son aquellos que ofrecen la posibilidad al niño o niña de encontrarse solo delante de unos espacios, con unos materiales y unas tareas a modo de propuestas; y el mismo niño o niña debe organizar y planificar la actividad que va a realizar, sin la ayuda inmediata del docente.
     Los rincones individuales de trabajo respetan los ritmos individuales de cada uno de los niños y niñas, y, por ese motivo, actúan como elemento motivador y potenciador de la actividad creativa. Cuando están solos, son capaces de concentrarse mejor, organizar y planificar su propia actividad, y, a la vez, esta actividad queda reforzada y estimulada por el hecho de que la decisión del trabajo depende exclusivamente de él o ella y de sus propios intereses, coincidiendo en satisfacer su curiosidad y sus ansias manipulativas. Es evidente que esto redunda no sólo en el aprendizaje de unas técnicas, sino que posibilita la educación integral y la instrucción, a partir de la adquisición de las capacidades que durante su estancia en el centro educativo debe adquirir.     
     Cuando el niño o la niña es capaz de crear e ir más allá de aquello que el maestro o maestra le ha propuesto, habremos conseguido lo que se pretendía con la actividad de los rincones: ayudarlo a participar en su autoformación y en la aventura constante del ser humano, capaz de participar como miembro activo dentro de la sociedad, ya que debemos ofrecer la posibilidad a nuestro alumnado de realizar y aplicar los conocimientos adquiridos tanto de forma colectiva y con la ayuda del docente, como de aplicar las técnicas adquiridas de forma individualizada, facilitando así la capacidad de que sus aprendizajes sean verdaderamente funcionales.
    Posibles rincones de trabajo individuales y/o colectivos pueden ser: el rincón de las matemáticas, el rincón de la biblioteca, el rincón de plástica, el rincón del ordenador, el rincón de disfraces, el rincón de la cocinita, etc.
     A  través de cada rincón se consiguen objetivos a corto y largo plazo en función del tipo de juegos o actividades que en ellos se realicen.
     En cada rincón se establecen unos propósitos determinados, no obstante se pueden definir como objetivos generales los siguientes:
-Propiciar el desarrollo global del/a niño/a.
-Facilitar la actividad mental, la planificación personal y la toma de iniciativas. 
-Posibilitar aprendizajes significativos.
-Desarrollar su creatividad, investigación...
-Realizar actividades que el/a niño/a perciba como útiles.
-Facilitar la comunicación de pequeño grupo entre compañeros/as y la individual con otro/a compañero/a o con la profesora.
-Potenciar el lenguaje oral y lógico en los/as niños/as, tanto en la comunicación como en la verbalización de su actividad.
-Descubrir y utilizar equilibradamente sus posibilidades motrices, sensitivas y expresivas.
-Que se exprese y se comunique con todas las formas de representación a su alcance.
-Que adquiera hábitos y normas de comportamiento en el grupo y de control de sus emociones y sentimientos.
    A la hora de trabajar por rincones se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones generales: 
-Cada rincón ha de tener el material necesario: ni demasiados objetos, que aturden y despistan a los niños, ni demasiado pocos, que limitan la actividad lúdica y son motivo de disputas.
-El material ha de ser asequible a los niños y niñas.
-Para favorecer el uso del material y la autonomía del niño, hay que presentarlo de manera ordenada y fácilmente identificable; cajas, cestos… con los símbolos, fotos y dibujos correspondientes.
-Es imprescindible la tarea de conservación del material deteriorado.
-Se valorará que el material sea estéticamente vistoso y agradable y que cumpla unas mínimas condiciones de seguridad;  no dejar al alcance del niño aquellos objetos muy pequeños o peligrosos, etc.
Bibliografía:
- LAGUÍA, M. J Y VIDAL, C (2001): Rincones de actividad en la escuela infantil (0 a 6 años). Barcelona. Graó.
- IBÁÑEZ SANDÍN, C. 'El proyecto de Educación Infantil y su práctica en el aula'. Madrid. Editorial La Muralla. 1988.
-SENSAT, R. Materiales para la acción educativa. 'Rincón a rincón'. Actividades para trabajar con niños y niñas de 3- 8 años. Editorial Dossier.
-Pérez Montero, C. (2002). Las tareas de educar en 0-6 años (didáctica aplicable)  Madrid: CEPE. 

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