Se pidió a las familias que los niños/as trajeran marcas de productos a clase. Se preparó una cartulina con cada letra del abecedario y cada mañana en asamblea cogíamos varias marcas, veíamos por qué letra empezaban y las pegábamos en su lugar correspondiente.
Se abrieron agujeros a las cartulinas y se preparó una portada que consistía en letras que recortamos de las marcas que teníamos repetidas.
Poco a poco fuimos rellenando las hojas del libro, algunas muy rápidamente y otras con mayor dificultad.
Era gracioso que cuando llegaba la hora del desayuno de su propia iniciativa y sin yo decirles nada me llenaban con las etiquetas de todos los productos que traían para desayunar.
¡Qué chulo!
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias. Un saludo.
EliminarMuy original y motivador.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, Blanca.
EliminarUn saludo.